La Asociación Filosófica de la República Argentina (AFRA) manifiesta su honda preocupación por el veto que el Sr. Presidente realizara a la Ley de Financiamiento Universitario aprobada por amplia mayoría por el Congreso de la Nación en las últimas semanas. Simultáneamente, expresa su repudio al sostenimiento del veto que en el día 9 de octubre de 2024 se realizara en la Cámara de Diputados del Congreso Nacional.
El accionar del Presidente y de los pocos aliados con los que cuenta exhibe una actitud que no contempla la delicada realidad que están atravesando las instituciones científico tecnológicas nacionales y se inscribe en una lógica dogmática que sólo tiene como principio el ajuste económico selectivo del estado. En efecto, se recorta a sectores vulnerables como los jubilados así como en sectores estratégicos como la educación, la cultura, la ciencia y la tecnología a la par que se alivia impositivamente a sectores privilegiados de la economía.
En el caso de los docentes universitarios, los salarios han perdido en el período noviembre 2023 a septiembre 2024 cerca de un 30% con respecto a la variación del índice de precios (IPC). Este porcentaje es aún mayor en los cargos de Ayudantes y JTP con baja antigüedad: cerca de un 75 y 46% respectivamente, montos que hunden los salarios bajo la línea de pobreza. Estos números dan cuenta de la necesidad de recomponer el presupuesto de las universidades: los salarios docentes no son un lujo para el presupuesto nacional. En efecto, docentes bien pagos son docentes bien formados que producen conocimiento que se integra en el crecimiento de sus comunidades a nivel productivo, económico y humano.
No es competencia nuestra indicar cuál debe ser el futuro económico del país, pero sí entendemos que no se puede subordinar el futuro del país, es decir, a su capital humano, cultural, ambiental, científico y técnico, a variables de orden económico. Además de que la economía debe subordinarse al desarrollo humano, también es central considerar que el aporte de la ciencia y la tecnología es clave para el propio desarrollo económico. Desatender a estas consideraciones supone no comprender adecuadamente el orden social en el que vivimos.
Como hemos señalado en nuestra declaración del 20/01/2024, reiteramos el llamado a restaurar el diálogo democrático propio de las sociedades avanzadas de nuestra época. En efecto, entendemos que la concreción de políticas públicas de largo aliento como lo son la educación universitaria y la investigación científica en general requieren de un consenso que involucre a los partidos políticos mayoritarios de nuestra nación y que, por eso, la misma no puede quedar supeditada a los avatares de políticas circunstanciales. Nos guía la premisa de que el trabajo de nuestra área depende de la colaboración sustantiva entre todos los actores involucrados y de que sólo en la medida en que se constituya en una genuina política de estado puede alcanzar y perpetuar su éxito que, a fin de cuentas, no es más que el éxito de la sociedad en su conjunto.